martes, 17 de abril de 2007

Interactividad no es igual a periodismo

Si Internet tiene algo que no poseen los medios tradicionales es la interactividad, es decir, la posibilidad de hacer participar al usuario. Aunque las televisiones incorporan cada vez más la interactividad a sus programas (los sms que se publican en la pantalla que, no obstante, en ocasiones, pueden llegar a ser molestos y de desagradable gusto, además de tener una finalidad claramente económica), no llegan a tener la fuerza que permite la red.



Los medios digitales lo saben y, por eso, no es extraño ver en sus páginas webs la sección de “Participa”. Los foros y los chats son los más conocidos por los internautas. Cada vez más a menudo, los diarios digitales organizan encuentros en los que los lectores de cualquier parte del mundo pueden preguntar a sus personajes preferidos (de la cultura, del cine, de la música, políticos, ciencia, etc.) , por ejemplo, Ariel Rot, o, incluso, Esperanza Aguirre. Abc va más ya al emular las videoconferencias en lo que ellos han denominado videochats gracias a una pantalla en la que podemos ver al entrevistado responder a nuestras preguntas.

Sin embargo, los responsables de estas secciones saben que los foros y los chats se han quedado obsoletos y han perdido parte de la fidelidad del usuario.
Tests de actualidad, encuestas, preguntas del día, puntuaciones de las noticias o enviar un correo al redactor de la noticia(estos dos en El País), entre otros, son nuevos formatos para hacer del internauta algo más que un lector.

En la actualidad, las versiones digitales se preocupan de que los que pasan por sus páginas dejen su huella. Así encontramos nuevos apartados como “Yo, periodista” de El País donde el lector puede enviar sus fotografías sobre acontecimientos relevantes, las vacaciones de Semana Santa o algún hecho que a ellos, como ciudadanos, les merezca interés.

A partir de esto, algunos han llamado la atención sobre un nuevo usuario de la red, alguien que, a través de estas secciones, participa de la información, llamando la atención a los propios periodistas sobre hechos de actualidad o, simplemente, informando ellos mismos de sus propias noticias.

Es cierto que esta profesión no necesita de unos conocimientos técnicos determinados, a diferencia de, por ejemplo, la medicina. No obstante, eso no quiere decir que todo aquel que “informa” sobre un hecho sea periodista. Internet ha permitido que cualquiera pueda escribir sobre cualquier tema. Esto no significa que todos aquellos que publican en la red tengan la misma autoridad. Al igual que en la televisión nos quejamos de que ciertas personas de la farándula participen en programas como presentadores, conductores o incluso reporteros, también debemos ser críticos con los que publican en Internet.

Podemos decir que un “bloggero” tiene popularidad porque aquello que escribe tiene gancho o interés. Sin embargo, debe demostrar algo más que recursos estilísticos para que podamos llamarle periodista.

Las fuentes, la demostración de que lo que estamos afirmando es fiable, etc. es lo que proporcionará a nuestros comentarios de credibilidad y, por tanto, de autoridad en la materia. No obstante, pocos ciudadanos tienen acceso a una información proveniente de una autoridad oficial reconocida, como pudiera ser un cargo de la Guardia Civil, un parlamentario… o en definitiva, alguien cercano al origen de la noticia.

¿Pero por qué tiene tanto éxito este tipo de blogs? En la actualidad, el periodismo se ha visto en una encrucijada entre las declaraciones de unos y otros. Se ha olvidado que esta profesión debe ser un servicio a la ciudadanía.

Las bitácoras creadas por estos internautas se diferencian en que, como he dicho anteriormente, no siempre sus fuentes son fiables, y se corre el riesgo de publicar bulos, noticias falsas o erróneas . Esto puede ser un problema, y de hecho lo es, cuando pretendemos dotar de credibilidad a nuestras palabras.

Sin embargo, es imprescindible reconocer su valor al aportar datos y opiniones a la noticia dotándola de diferentes puntos de vista, lo que ha hecho que los periódicos digitales los hayan incorporado como un apartado más en su diseño con el fin de acercarse a la sociedad; que lo que se publica no sea únicamente la opinión del político, sino que la propia sociedad tenga su voz real en el escenario de la actualidad. Internet ha hecho que la población tenga acceso a la información y que participe de ella. Esto ha supuesto un cambio de roles y trae consigo la evolución, esperemos que para bien, de esta profesión.

1 comentario:

Bárbara Yuste dijo...

Isabel, pon más enlaces y los párrafos más cortitos